Condenados a Beber Sangre

Me resulta inquietante todo lo que tenga que ver con estos seres mitológicos, conocidos popularmente en otros países como: brucolaco, vurdalak, vrolok, strigoï, vukodlak, upió, upir, Nosferatu, Kyuuketsuki y  Kuei-jin, todos estos nombres que a penas podemos pronunciar encierran un solo significado conocido acá como Vampiro.

Los nosferatu (conocidos así en la antiguedad) son condenados como demonios que viven solo para chupar la sangre de toda persona que se atraviese en su camino, fueron reyes de nuestras  pesadillas en algún momento de nuestras vidas. El solo pensar un ser grotesco, pálido, con ojos rojos y chispeantes, contando además con dientes afilados, me hace sentir  la horrible sensación que debe ser cuando éste personaje coloque sus dientes en tu cuello y extraiga toda la sangre que quiera hasta saciar su terrible sed.

Han surgido innumerables cuentos y teorías sobre el hombre que dio inicio con toda esta leyenda llamado Vlad Tepes III ó también conocido como Drácula.

La historia se remonta en el siglo XV cuando este príncipe valaco fue conocido por dos apodos: el primero fue El Empalador  apodo adquirido por su costumbre de atravesar con un palo desde el coxis hasta la nuca a sus enemigos y a miles de victimas, que según él se consideraron culpables de algún tipo de delito, incluyendo en sus monstruosidades  mujeres, niños, nobles y plebeyos.

El otro apodo fué de Drácula (sin duda alguna el más popular) significado de dragón en rumano.  Adoptado por él ya que su padre Vlad II pertenecía a la Orden del Dragón,  quienes luchaban en contra de los invasores turcos.  Pero se le atribuye otra definición al nombre dado que “drac” en rumano significa diablo.

Drácula consiguió reinar tres veces en Valaquia, titulo que mereció tras planear estrategias astutas para hacerse del poder.  Sin embargo fue el escritor Bram Stroker quién le otorgó el titulo de vampiro en su libro “Drácula”.

Otra historia ronda en los siglos XV y XVI pero en está ocasión tiene como protagonista principal a la Condesa Elizabeth Bathory una pariente lejana de Vlad conocida como “La Condesa Sangrienta”. Se dice que tenía como hobby nada más y nada menos que degollar a jóvenes vírgenes, nobles y campesinas para bañarse en su sangre, con el fin de alargar su vida y juventud. Esta “noble” Condesa sirvió de inspiración a la escritora Sheridan Le Fanu  para su narración Camila.

Todas estas historias nos pintan a personajes que en su época fueron conocidos como monstruos por disfrutar el torturar a personas y por su fascinación por la sangre, dándole inicio al término vampirismo. Pero hoy en día nos muestran otra faceta completamente opuesta a la que se conocía sobre el vampiro todo gracias a Hollywood. La más relevante y reciente es Twilight saga escrita por Stephenie Meyer y llevada al cine bajo el nombre de Crepúsculo.

En la primera entrega de la película nos pudimos conmover con la nueva faceta del vampiro, éste es un vampiro sentimental, encantador hasta llegar a ser catalogado como sexys por las chicas y lo más resaltador de todo el asunto es que resultan ser Vegetarianos… si, vegetarianos, claro está de la sangre de personas, ya que estos solo se alimentan de la sangre de animales para sobrevivir el día a día.

Básicamente la película se enfoca más que todo en el enamoramiento que siente el joven vampiro vegetariano hacía una joven humana. ¡Vaya! Eso si que es nuevo y diferente. Pues no considero que la película sea mala, solo siento que se puede estar perdiendo la verdadera esencia del vampiro, ahora son los nuevos jóvenes sexys que toman el vampirismo como una maldición y lo único que les queda es extraer la sangre de los animales…

Debo reconocer que disfruto toda ésta clase de historias, sobre seres misteriosos, pero atractivos a la ves, llenos de secretos, que viven en la oscuridad esperando a que duermas para probar un poco de tu sangre. Los libros y películas que se apoyan en vampiros siempre estarán de moda por qué se basan en  relatos interesantes y sorprendentes con su toque de realismo crudo como lo son la de Vlad III y la Condesa Sangrienta.